Fuimos hace 24 horas y todavía me estoy preguntando cómo lo han hecho.Acudimos a hacer la visita/tour y nos guió el mago Alex Louzao (ahí los guías son magos... y hacen trucos).El museo tiene una ambientación brutal, como entrar en un sueño donde cada pared cuenta una historia diferente.Sin guía, sería un lugar curioso para ver, pero cuando un mago te narra lo que ves y lo acompaña de trucos, la cosa cambia.Un recorrido por varios estilos de magia y la historia de los grandes que la hicieron posible y la llevaron de la calle a los escenarios.Todavía sigo preguntándome cómo hicieron cada uno de los trucos. De algunos tengo mis sospechas, pero no certezas. Y eso es lo que hace que, días después, sigas recordando la vivencia.Lo recomiendo si te consideras muy racional, si vas con críos o si, simplemente, te gusta la magia y pasar un buen rato.Y si cuando vayas resulta que no quedan entradas, siempre puedes ver nudos marineros en el Museo del Mar, que está al lado. Dicen que relaja mucho.